domingo, 11 de diciembre de 2011

Proyecto Personal


Jugando a ser grandes.

Después de leer el título, probablemente lo primero que se les venga a la mente son a niños tratando de aparentar ser adultos, queriéndose comportar como ellos, vestirse como ellos, hacer cosas como lo hacen ellos; pero desde que vean la primera fotografía se darán cuenta que no es así, son personas con almas de niños y cuerpos de ancianos.

Las personas de la tercera edad muchas veces ya representan una carga para la familia, un estorbo y los mandan a asilos donde en la mayoría de los casos pasan meses para que alguien vaya a visitarlos, a platicar con ellos, a pasar el rato.

Nos olvidamos que también fueron niños como todos nosotros, no hay nada como escuchar de su propia boca las aventuras que pasaban con sus amigos o hermanos, las horas y horas de diversión que tenía con simples corcholatas, piedras, botes o cualquier cosa que se encontraban por ahí, las mil historias que inventaban para pasar la tarde y todas las cicatrices que marcaron sus rodillas.

Los años no pasan en vano y se refleja en sus cuerpos, se van encorvando, sus manos y cuello se arrugan, el cabello se vuelve blanco y sus ojos van adquiriendo la experiencia de los años sin cambiar la inocencia que la infancia les dejó.









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